magosta
festival
BREVE
HISTORIA DE CASTAÑEDA
Castañeda,
además de su localización privilegiada a veintiocho
kilómetros de Santander y diez de Torrelavega, está
situada muy cerca de los principales puntos turísticos
de la región como el Parque de la Naturaleza de Cabárceno,
Puente Viesgo, Santillana del Mar y sus cuevas de Altamira
y las playas de Suances y Mogro, contando además con
una historia propia que alcanzó gran relieve en la Edad
Media con la construcción de la Colegiata de Santa Cruz,
uno de los monumentos románicos más importantes de la
región, y en siglos posteriores, de los que se han conservado
numerosos vestigios entre los que destacan la Capilla
de San Juan, construida a principios del siglo XVI y
que cuenta con dos magníficas tablas barrocas, y los
palacios de Larrínaga y los Alvear, restaurado éste
último en el siglo XVIII.
La
localidad cuenta también con una amplia superficie de
bosque autóctono de castaños y robles, fue además lugar
de tránsito hacia Santiago de Compostela a través de
una variante de la Ruta Jacobea por la costa Cantábrica.
ENCLAVES
HISTÓRICOS DE INTERÉS CERCANOS AL FESTIVAL
Colegiata
de Santa Cruz de Castañeda.
La
iglesia de Santa Cruz, uno de los templos románicos
más importantes de Cantabria, surgió como monasterio
en los primeros siglos de la Reconquista, transformándose
en Colegiata a finales del siglo XII, época de la
que data la actual edificación. Durante la Edad
Media, la localización del monasterio cerca de un
importante cruce de caminos (el paralelo a la costa
y el que desde la meseta, comunicaba con El Escudo),
le convirtió en un enclave próspero hasta el que
se acercaban los peregrinos que iban hacia Compostela,
para venerar algunos trozos de la Cruz de Cristo,
que según la tradición, habían traído los monjes
fundadores.
En
1541, Juan Fernández Manrique, Conde de Castañeda,
consiguió del Papa Paulo III una bula con el fin
de anexionar la Colegiata de Castañeda y sus rentas
al templo colegial de Aguilar de Campoo en Palencia.
Aunque más tarde, la bula fue declarada nula,
Aguilar se quedó con las seis duodécimas partes
de las rentas de la Abadía de Castañeda.
La
planta original de la iglesia, con una sola nave
y tres ábsides, se modificó con los siglos, desapareciendo
el ábside sur y construyéndose en su lugar una
capilla privada y la sacristía en época barroca.
Dos naves más, una elevada en el período de transición
al gótico, y otra transversal a ella, que data
del siglo XVII, transformaron de nuevo el templo.
Los
capiteles, en perfecto estado de conservación,
muestran una variada iconografía animalística
y de elementos vegetales, destacando asimismo,
los de tipo historiado por su magnifica ejecución.
Varios retablos barrocos, un Calvario gótico único
en la región y dos tallas de Vírgenes con Niño
de la misma época, constituyen un tesoro artístico
adicional que hace de la Colegiata de Castañeda
una visita obligada para los amantes del arte.
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